Todas las teorías sobre estrategia organizacional, concluyen en la aplicación de un modelo formal de pensamiento. La estrategia es el resultado de la aplicación de un proceso de siete pasos, en el cual:
1. Se define el problema a resolver,
2. Se agrupan las posibles causas,
3. Se abstraen y formulan las soluciones,
4. Se justifican las soluciones propuestas,
5. Se sacan conclusiones
6. Se corrigen dichas conclusiones,
7. Se definen las acciones a implementar y se hace el seguimiento a la ejecución .
Esto constituye un proceso formal para el diseño e implantación de la estrategia. Es un proceso de pensamiento jerarquizado o lineal o vertical.
Sin embargo la estrategia no es solo eso, Hay otro aspecto de la estrategia, asociado a la creatividad, perspicacia o ingenio que puede producirse mediante la aplicación de modelos generativos de ideas.
El estratega debe aplicar un proceso mental que le permita utilizar información para generar ideas creativas mediante la reestructuración de los paradigmas o modelos mentales.
Edward De Bono en Pensamiento Lateral, dice: "La perspicacia, la creatividad y el ingenio son procesos espontáneos que están fuera del control de la mente humana. Nadie puede manipular su mente para ser más perspicaz o más ingenioso."
Sin embargo, podemos contar con tecnologías que nos permiten disparar o provocar ideas creativas, porque la creatividad es en última instancia la reestructuración de viejos modelos mentales.
En el proceso de formulación de estrategias, el estratega debe identificar dos componente básicos:
1. La generación de ideas
2. El diseño y aplicación de esas ideas al mejoramiento de la organización.
Estos son dos procesos mentales que tienen naturalezas diferentes, pero que se complementan.
El pensamiento creativo aumenta la eficacia del pensamiento vertical, al ofrecerle nuevas ideas o referentes para construir una elaboración lógica.
El pensamiento creativo parte de errores para generar una idea innovadora, mientras que el modelo lógico formal no analizará ninguna idea sino esta lógicamente enlazada al postulado general.
El pensamiento estratégico en el cual se sigan ciertos pasos debe estar acompañado de una continua reestructuración de los modelos mentales con los cuales se están generando las ideas.
Omahe, en "La Mente del Estratega", indica que debe partirse del análisis -identificación de un punto de partida- y de comprender de qué manera contribuye cada componente de la estrategia al objetivo general.
Después de esta etapa, el pensamiento lateral facilitará la generación de ideas.
Y en tercer lugar, estas ideas se estructurarán en la etapa que se denomina diseño y formulación de la estrategia.
Omahe resalta que "Los eventos de la vida diaria no siempre siguen tendencias lineales".
De este modo, el proceso de pensamiento estratégico se convierte en el habito de formular preguntas inteligentes que cuestionen y reestructuren los modelos del estratega; sumado a una actitud que promueva el hábito de la acción.
Un análisis combinado del entorno y las habilidades distintivas de la organización puede dar lugar a una nueva y mejor estrategia precio / producto, teniendo en cuenta la competencia.
También es posible identificar ventajas competitivas derivadas de la interacción de áreas funcionales de la propia organización que son naturalmente sinérgicas.
La idea no es solamente pensar aquello que antes no habíamos pensado, sino pensar de una manera diferente.
miércoles, 24 de enero de 2007
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